Reflexiones de la Gran Comisión
Hay una falta de compromiso con la Gran Comisión, no solo de los creyentes, sino de los pastores.
Hay una falta de compromiso con la Gran Comisión, no solo de los creyentes, sino de los pastores.
LOS PROVERBIOS GENERALMENTE SE CUMPLEN, PERO DADO EL HECHO QUE NO SON PROMESAS, NO TIENEN LA GARANTIA QUE DIOS LOS VA A CUMPLIR.
El único requisito para ser bautizado, es haber creído en Cristo, y haberlo aceptado como su Salvador personal. Mateo 3:15. Jesús le dijo a Juan que era necesario hacerlo.
En la Biblia, encontramos dos ministerios, que tanto por sus instituciones y naturalezas divinas, como por sus funciones, cumplen con todas las características, para hacer funcionar la iglesia. Y dar las respuestas necesarias, a las necesidades y demandas de la feligresía, y la sociedad en general.
Jesús llamó a doce hombres comunes, a abandonar sus vocaciones, y servir como sus discípulos. Estos hombres eran hombres simples y ordinarios, que respondieron al llamado de Jesús. Este llamado era seguirlo, y convertirse en “pescadores de hombres”. (Mateo 4:19)
La Biblia enseña que el infierno fue creado para el Diablo y sus demonios (Mateo 25:41). Y que este es un lugar de separación eterna entre el hombre y Dios (2 Tes. 1:8-9). Además es un lugar donde el fuego y la pena nunca termina (Mateo 16:23-24).
Si el nuevo creyente desea ser un verdadero discípulo de Cristo, no se le debe demorar su deseo; pues el bautismo es solo para los salvos. Y si la persona ha sido salva; entonces no debemos quitarle su derecho al bautismo. El bautismo es un derecho divino del creyente.
El Hebreo era la lengua hablada por los profetas, del Antiguo Testamento. Era la lengua madre de Israel. Aunque en sí el término idioma hebreo no aparece en la Biblia; los judíos llamaban a su idioma “la lengua de Canaán” o “lengua de Judá (Isaías 19:18; Nehemias 13:24; Isaías 36:11).
Ante de elegir a sus líderes directivos, la Iglesia no puede perder de vista el buen testimonio, la fidelidad y vocación de estos.