
El judaísmo, contradicción y contribución
¿No es Jesús maravilloso?
Dios te bendiga mucho, soy el Reverendo Ruddy Carrera, Bachelor en Artes y Estudios Cristianos, y tú estás en mi podcast: Mi Biblia. Un espacio para analizar los principales temas cristianos y religiosos, y sus efectos en la sociedad.
En esta entrega analizaremos la religión judía, su contribución teológica y contradicción a la luz del evangelio.
El judaísmo es una religión y una cultura que se originó en el Medio Oriente hace más de 3 mil años. Es la religión monoteísta más antigua que todavía se practica hoy en día.
El judaísmo se basa en la creencia en Jehová el Dios único y personal que creó el universo y que es el Señor de la historia y de la humanidad. La creencia en Jehová es fundamental para los judíos, quienes lo adoran, lo alaban y lo buscan a través de la oración, la meditación, la observancia de los mandamientos y la práctica de las tradiciones religiosas.
El judaísmo también se caracteriza por su énfasis en la importancia de la comunidad y la familia, así como por la preservación de la identidad cultural y religiosa a través de las generaciones. La Torá, el libro sagrado judío que contiene los cinco primeros libros de la Biblia hebrea, es central en la vida religiosa y cultural judía.
Hay varias ramas del judaísmo, incluyendo el judaísmo ortodoxo, el judaísmo conservador y el judaísmo reformista, cada una con sus propias prácticas y creencias específicas. El judaísmo también ha influido significativamente en otras religiones, incluyendo el cristianismo y el islam.
Ramas del judaísmo.
Primero, el judaísmo ortodoxo es una de las ramas principales del judaísmo. Se caracteriza por la creencia en la revelación divina de la Torá y su interpretación literal y tradicional. Los judíos ortodoxos creen que Dios entregó la Torá a Moisés en el Monte Sinaí, y que la Torá y sus leyes son inmutables y aplicables a todos los aspectos de la vida.
El judaísmo ortodoxo también enfatiza la observancia estricta de las leyes religiosas y tradiciones, incluyendo la observancia del Shabbat (sábado), la dieta kosher, y la oración diaria. La educación religiosa y el estudio de la Torá son altamente valorados en la comunidad ortodoxa, y muchos judíos ortodoxos asisten a yeshivás (escuelas religiosas) para estudiar la Torá y la halajá (ley judía).
La autoridad religiosa en la comunidad ortodoxa recae en los rabinos y eruditos talmúdicos, quienes interpretan y aplican la ley judía a situaciones contemporáneas. Los líderes religiosos también juegan un papel importante en la vida comunitaria y la toma de decisiones.
La comunidad judía ortodoxa se subdivide en diferentes grupos, como los jasídicos, los lituanos y los sefardíes, entre otros, cada uno con sus propias prácticas y costumbres específicas. A pesar de las diferencias entre las distintas ramas del judaísmo ortodoxo, todas comparten la creencia en la Torá y la observancia rigurosa de las leyes y tradiciones judías.
División de la comunidad ortodoxa.
1. Los jasídicos. Se originaron en el siglo XVIII en Europa del Este. La palabra “jasídico” viene del término hebreo “chasid”, que significa “piadoso” o “devoto”. Los jasídicos enfatizan la importancia de la conexión personal con Dios y la alegría en la adoración, y creen que la vida espiritual es una parte integral de la vida cotidiana.
Los jasídicos tienen una serie de prácticas distintivas, como el énfasis en la música y la danza en la oración, la devoción a los líderes espirituales conocidos como rebbes, y la vestimenta tradicional, que incluye sombreros de piel, abrigos largos y peyot, mechones de cabello que cuelgan a ambos lados de la cabeza.
Además, los jasídicos viven en comunidades cerradas y a menudo se adhieren a estrictas reglas de comportamiento, como el celibato antes del matrimonio y la observancia estricta del sábado y las leyes dietéticas judías. Muchos jasídicos también hablan yiddish, un dialecto del alemán que se habla tradicionalmente entre los judíos de Europa del Este.
Hoy en día, los jasídicos se encuentran en todo el mundo, con comunidades significativas en Israel, Estados Unidos, Canadá, Europa y América Latina. Cada grupo jasídico tiene sus propias prácticas y creencias distintivas, pero en general, todos comparten un enfoque en la devoción personal y la observancia religiosa estricta. Se estima que hay alrededor de 500, mil a 1 millón de personas que se identifican como jasídicos en todo el mundo.
2. Los judíos lituanos ortodoxos. Tiene sus raíces en la región histórica de Lituania, que incluye partes de Lituania, Letonia, Bielorrusia y Polonia. Estos judíos se caracterizan por su énfasis en el estudio de la Torá y la Halajá (ley judía) y su apego a las costumbres y prácticas religiosas que se han transmitido de generación en generación.
La comunidad judía lituana ha sido históricamente conocida por su erudición y sus destacados estudiosos y líderes religiosos. En la tradición lituana, se presta especial atención al estudio riguroso y crítico de los textos sagrados, y se valora el pensamiento y la argumentación lógica en el análisis de las leyes y las prácticas religiosas.
Hoy en día, hay comunidades judías lituanas ortodoxas en todo el mundo, aunque muchas de ellas se encuentran en Israel, Estados Unidos, Canadá y Europa occidental. Estas comunidades siguen siendo un importante centro de estudio y enseñanza de la Torá y la Halajá, y se esfuerzan por mantener y transmitir las tradiciones y prácticas lituanas a las generaciones futuras.
3. Los sefardíes. Son los judíos que históricamente vivieron en la Península Ibérica (España y Portugal) y que luego fueron expulsados en 1492 durante la Inquisición Española. A lo largo de los siglos, los sefardíes se dispersaron por todo el mundo, y sus comunidades se establecieron en lugares como el Norte de África, los Balcanes, el Medio Oriente y América Latina.
Los sefardíes tienen una cultura distintiva que refleja su historia y sus raíces en la Península Ibérica. Su idioma principal es el ladino, una lengua romance que se basa en el español antiguo, pero también tiene influencias del hebreo y otras lenguas. La música, la literatura y la cocina sefardíes también son ricas en tradiciones y sabores únicos.
Hoy en día, se estima que hay alrededor de 3 millones de judíos sefardíes en todo el mundo, aunque la mayoría de ellos no viven en la Península Ibérica.
Ahora, quiero recapitular que estas tres vertientes pertenecen a la comunidad ortodoxa, que es la primera rama que estamos analizando. A continuación estudiaremos la segunda rama.
Segundo, el judaísmo conservador. Se originó en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. Esta corriente se basa en el compromiso con la tradición judía y la observancia religiosa, al mismo tiempo que mantiene una actitud abierta y flexible hacia el cambio y la modernidad.
Los judíos conservadores creen en la revelación divina de la Torá, pero también aceptan la crítica histórica y textual de la Biblia hebrea. A diferencia del judaísmo ortodoxo, los conservadores interpretan la ley judía (halajá) de manera más flexible y adaptativa, permitiendo una mayor participación de las mujeres en el servicio religioso, la innovación litúrgica y una mayor integración con la cultura secular.
En términos de práctica religiosa, los judíos conservadores mantienen la observancia del Shabat y las festividades judías, así como también la comida kosher y otras prácticas tradicionales. También enfatizan la educación judía y la participación activa en la comunidad judía.
Hoy en día, el judaísmo conservador es una corriente importante del judaísmo en los Estados Unidos, así como en otros países de todo el mundo, incluyendo Israel, Canadá y América Latina. Se estima que el número de judíos conservadores en todo el mundo oscila entre 1.5 y 2 millones de personas
Y tercero, el judaísmo reformista. Se originó en Europa a mediados del siglo XIX. Esta corriente se basa en la idea de que el judaísmo debe evolucionar y adaptarse a los cambios en la sociedad y la cultura, al mismo tiempo que mantiene su identidad y tradiciones.
Los judíos reformistas creen en la revelación divina de la Torá, pero interpretan la ley judía (halajá) de manera más flexible y adaptativa, permitiendo una mayor integración con la cultura secular y la adopción de prácticas innovadoras en la liturgia y la práctica religiosa. Por ejemplo, las mujeres tienen un papel más activo en el servicio religioso, y los servicios incluyen música y oraciones en lenguas vernáculas.
En términos de práctica religiosa, los judíos reformistas mantienen la observancia del Shabat y las festividades judías, pero también permiten una mayor flexibilidad en cuanto a la observancia de las prácticas tradicionales como la comida kosher y el uso de ciertas vestimentas religiosas.
Hoy en día, el judaísmo reformista es una corriente importante del judaísmo en todo el mundo, especialmente en América del Norte y Europa. Aunque el número de judíos reformistas es difícil de precisar debido a la falta de estadísticas oficiales, se estima que hay entre 1.5 y 2 millones de judíos reformistas en todo el mundo.
Hay una gran diversidad en las prácticas y creencias dentro del judaísmo, y se pueden encontrar comunidades judías en todo el mundo.
En términos de relaciones con otras religiones, el judaísmo tiene una posición única debido a su historia y sus enseñanzas. Por un lado, el judaísmo ha sido una influencia importante en el desarrollo de otras religiones abrahámicas, y comparte algunas creencias y prácticas con ellas. Por otro lado, el judaísmo también tiene una identidad religiosa y cultural propia que lo distingue de otras religiones.
El judaísmo ha tenido relaciones históricamente complejas con otras religiones y culturas. En algunos momentos de la historia, los judíos han sido perseguidos y marginados por las sociedades en las que vivían debido a sus diferencias religiosas y culturales. En otros momentos, los judíos han tenido relaciones más cordiales con otras religiones y han hecho contribuciones significativas a la cultura y la ciencia.
Hoy en día, hay esfuerzos por parte de algunos líderes religiosos y comunidades para fomentar el diálogo interreligioso y la cooperación. Estos esfuerzos buscan fomentar una mejor comprensión entre las diferentes religiones y promover la tolerancia y la convivencia pacífica.
Dado que el cristianismo y el islamismo junto al judaísmo son las dos religiones abrahámicas más importantes tanto por sus tamaños como por su nivel de influencia, me voy a centrar en analizar la relación entre el judaísmo y estas últimas.
En primer lugar, la relación entre el judaísmo y el cristianismo es compleja y se ha desarrollado a lo largo de siglos de historia. El cristianismo tiene sus raíces en el judaísmo, y comparte con él muchos textos y creencias fundamentales, como la creencia en un Dios único y la importancia de la justicia y la ética.
Sin embargo, hay algunas diferencias importantes entre las dos religiones que han llevado a divisiones y tensiones a lo largo de la historia. Una de las principales diferencias es la creencia cristiana en Jesucristo como el Mesías y el Hijo de Dios, que no es compartida por los judíos. Además, el cristianismo ha desarrollado una serie de prácticas y creencias distintivas, como la adoración en la iglesia, el sacramento de la comunión y la doctrina de la salvación por la fe.
Históricamente, las relaciones entre judíos y cristianos han sido complicadas, con episodios de discriminación y violencia hacia la comunidad judía. Unos episodios que fueron comunes en el primer siglo de los judios hacia la naciente iglesia. Pero en el primer caso ha llevado a que muchos judíos sientan una desconfianza hacia el cristianismo y una preocupación por la seguridad de su comunidad. A pesar de esto, también ha habido esfuerzos por parte de líderes religiosos y comunidades para fomentar la comprensión y el diálogo interreligioso, y promover una convivencia pacífica y respetuosa entre las dos religiones.
Y en segundo lugar, El judaísmo y el islamismo comparten algunos elementos históricos, teológicos y culturales, aunque también hay diferencias significativas entre ellos.
Desde una perspectiva histórica, el islamismo surgió en el siglo VII en la península arábiga, mientras que el judaísmo se originó en el antiguo Oriente Próximo hace unos 4000 años. Ambas religiones comparten un linaje común a través de Abraham, quien es considerado como el padre del pueblo judío y también como un profeta importante en el islamismo.
Desde una perspectiva teológica, el judaísmo y el islamismo comparten una creencia en un solo Dios (monoteísmo) y en la importancia de seguir una serie de preceptos religiosos para alcanzar la salvación. Sin embargo, hay diferencias significativas en cuanto a cómo cada religión interpreta a Dios y cómo se relaciona con sus seguidores.
Culturalmente, hay algunas similitudes entre las tradiciones y prácticas del judaísmo y el islamismo, como la importancia de la oración, el ayuno y la caridad. También hay algunas similitudes en la forma en que se organizan las comunidades religiosas y en la importancia de la ley religiosa (Halajá en el judaísmo y la Sharia en el islamismo).
Sin embargo, también hay diferencias significativas entre estas dos religiones. Por ejemplo, el judaísmo no reconoce a Mahoma como profeta, mientras que el islamismo considera a Mahoma como el último y más importante profeta enviado por Dios. Además, el judaísmo no tiene un concepto de la vida después de la muerte tan desarrollado como el islamismo.
En general, aunque hay algunas similitudes entre el judaísmo y el islamismo, también hay diferencias significativas en cuanto a la teología, la práctica religiosa y la cultura.
La Torá es el texto sagrado más importante del judaísmo y se compone de los cinco primeros libros de la Biblia hebrea: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La Torá es considerada por los judíos como la palabra de Dios revelada a Moisés en el Monte Sinaí. Contiene no solo los relatos del origen del mundo y de la humanidad, sino también las leyes y mandamientos que Dios dio a Moisés para el pueblo judío.
Estas leyes y mandamientos incluyen, entre otras cosas, los Diez Mandamientos, que establecen las reglas básicas para una vida ética y moral, así como las leyes sobre el culto religioso y las prácticas rituales, incluyendo las leyes alimentarias y de pureza.
Para los judíos, la observancia de las leyes y mandamientos contenidos en la Torá es fundamental para su relación con Dios y para la construcción de una comunidad moral y justa. La interpretación de la Torá ha sido una tarea fundamental de los líderes religiosos y los estudiosos judíos a lo largo de los siglos, y ha dado lugar a una rica tradición de exégesis y comentarios.
La Torá es el texto sagrado más importante del judaísmo y es considerada como la palabra de Dios revelada a Moisés. Contiene las leyes y mandamientos que Dios dio a Moisés para el pueblo judío, y la observancia de estos preceptos es fundamental para la vida religiosa y la ética judía.
Para los judíos, Jesucristo no es considerado como el Mesías. El judaísmo espera un Mesías que será un líder político y religioso que restaurará el reino de Israel y traerá la paz y la justicia a la humanidad. El Mesías judío también será un descendiente de David y un hombre común, no un Dios encarnado. Aunque las mayoría de los judios ponen en tela de juicio la genealogía del Señor según los relatos de los Evangelios, los cristianos estamos seguros de que el Nuevo Testamento es Palabra revelada de Dios junto al Antiguo Testamento. Y que Jesucristo es el Mesías prometido de Dios.
De este modo, los cristianos creemos y predicamos que Jesucristo es el Mesías prometido en el Antiguo Testamento y el hijo de Dios. Los cristianos creemos que Jesús murió en la cruz por los pecados de la humanidad y que su resurrección de entre los muertos es la prueba de su divinidad y la salvación de la humanidad.
Entonces, la contradicción del judaísmo subyace básicamente en el punto de que El Antiguo Testamento promete y testifica acerca de Cristo. Y Cristo nació, vivió, desarrolló un ministerio, murió y resucitó de acuerdo a las Escrituras. Y aun asi ellos lo negaron, persiguieron a sus seguidores, trataron de destruir las evidencias acerca del Señor como el hijo de Dios. Y a pesar de que los cristianos hemos sidos y seguimos siendo los mejores aliados del Pueblo judío, exceptuando algunos episodios aislados de antisemitismo por algunos personajes o grupos a traves de la historia. Pero aun así no solo niegan a Jesucristo, sino que atacan frontalmente todos los fundamentos del cristianismo, su único aliado leal frente a un islamismo cada vez más misionero, extremista y antisionista.
Indudablemente que como cristianos debemos respetar la libertad de conciencia porque este no solo es un principio bautista; sino porque es bíblico y natural. Ellos están en su libertad de creer o rechazar a Jesús. Sin embargo también debemos afirmar que bíblicamente la Iglesia es el nuevo Israel espiritual. El Pueblo elegido de Dios y compuesto por todos los hijos de Dios de acuerdo a la promesa y al pacto de Dios hacia Abraham (Génesis 22 verso 18).
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