
El Valor de un niño
Por Dr. Rev. Pedro Juan González Peña.
Senior Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Santiago, R.D.
Les puedo asegurar que hablar de este tema me apasiona, sí, porque los niños, aunque a veces, “solo a veces”, suelen ser molestosos y tienden a desesperar a los adultos, más sin embargo, nos causan mucha ternura y emoción. Es algo especial estar con ellos; tienen características especiales y una de ellas es que son muy sinceros.
¿Conoces la sinceridad de los niños? Este era un niño de 5 años que estaba con su mamá en la parada del autobús y le dice la mamá al niño:
– Cuando nos subamos al autobús le dices al conductor que tienes 4 años, para que no te cobre pasaje. Entonces se suben al autobús y le dice el conductor al niño: – ¿Cuántos años tienes? Y le dice el niño: – Cuatro. Y el conductor le dice: – ¿Y cuándo cumples los 5 años? Y el niño responde: – ¡Cuando me baje del autobús!
Son sinceros de verdad, y pueden hacerte pasar una vergüenza, si no actúas de la manera correcta.
Pero hablemos de cosas más serias. Estas son algunas estadísticas para considerar, en cuanto a los niños en el mundo. A saber:
Según estudios sobre la población mundial, suministrados en la página web de las Naciones Unidas (https://www.un.org/es/). Se estima que actualmente somos cerca de 7.000.000.000 (siete mil millones) de personas, y de ellos, 2.100.000.000 (dos mil cien millones) son niños y niñas. Lo que representan más de un 36% del universo total.
Es indudable que en todas partes encontraremos niños. Cuando Jesús multiplicó los panes y los peses, había unos cinco mil hombres sin contar mujeres y niños. De hecho, era un muchacho el que tenía los panes y los peces que Jesús usó para el milagro (Mat. 14:13-21).
Las estadísticas de la Naciones Unidas hablan también de la Escolarización en los niños:
- 17 de cada 100 niños nunca irán a la escuela. De ellos, 9 serán niñas.
- 25 de cada 100 que comienzan el primer grado, y nunca alcanzarán el quinto grado.
En cuanto al Trabajo infantil:
- 1 de cada 5 niños y niñas con edades entre los 5 y los 14 años del mundo en desarrollo trabajará.
- La mitad de aquellos que trabajan lo harán a tiempo completo.
- 9 de cada 24 niños y niñas nacidos en África trabajarán.
- 11 de cada 53 niños y niñas nacidos en Asia trabajarán.
- 1 de cada 8 niños y niñas nacidos en América Latina trabajará.
Podríamos pasarnos horas mostrándoles de estadísticas relacionadas a los niños: Estadísticas de niños sin hogar, con un solo de los padres, cuantos, con solo la madre, solo el padre, los que viven con algún familiar, niños con hambre, abandonados, en riesgo, abusados físicamente, sexualmente, emocionalmente. Niños inclusive que no tienen la oportunidad de escuchar el mensaje del evangelio. Que nunca han escuchado de Dios o Jesús. Que nunca han escuchado una historia bíblica.
Los niños son creación de Dios. Con la mayoría por lo general nos gusta estar cerca de ellos. Nos sensibiliza cuando uno de ellos sufre, pero también sabemos que pueden ser marginados; inclusive no en todas las iglesias hay un programa definido, que se interese por ellos. Vallamos a las escrituras, y evaluemos en justa dimensión el valor que le dio Jesús a los mismos.
Mateo 19:13-15 es un pasaje emblemático, que nos muestra cuanto valor tenían los niños para Jesús, y lo que quería enseñarnos sobre ellos en esta historia en particular.
Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
- Verso 13. “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron”. Cuando algunos, probablemente los padres, presentaron los niños a Jesús para que orase por ellos, los discípulos no demoraron en reprenderlos. El término griego que se traduce “reprender” en el verso 13, significa literalmente “fijar valor sobre algo, o valorar” y como resultado, “desaprobar” como de poco o ningún valor. Los discípulos fijaron un valor insignificante a los niños, o a los adultos que los trajeron. En efecto estaban diciendo: “Ustedes no tienen valor como para justificar la atención de Jesús”.
Jesús, en contraste marcado, respondió con cuatro expresiones que sirven para establecer el alto valor que los niños tienen en el reino de Dios:
- Verso 14. “Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí”. con un mandato tajante “Dejad a los niños”, desautorizó a los discípulos por su reprensión. Ellos no querían que los niños molestaran a Jesús. Pero éste no quería que los discípulos molestaran a los niños. “Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”. De seguro Jesús estaba recordando este pasaje de Deuteronomio 6:6-7. Cuando les dice a los discípulos: “Dejad a los niños”.
- “Y no se lo impidáis”. Jesús prohibió que los discípulos continuasen siendo obstáculo para que los niños llegasen a él. Esta es la historia de la conversión de uno de los predicadores más conocidos en la historia reciente del siglo XIX. Charles Spurgeon, A los 15 años buscó con anhelo intenso la comunión con Dios. Por lo cual asistía a diferentes iglesias. Su conversión ocurre durante una tormenta de nieve, en cierta iglesia en la cual predicó un zapatero, al no poder asistir el pastor. El sermón sencillo del zapatero se basó en “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22). El joven Spurgeon comprendió el evangelio, cuando el zapatero le dijo ” ¡Joven, mira a Jesús! ¡Míralo ahora!”. Un niño que escucha la Palabra podría ser el próximo pastor, diacono, maestro, ujier, uno que sirve para la gloria de Dios. ¡No se lo impidáis!
- “Porque de los tales es el reino de los cielos”. Afirmó que el reino de los cielos se compone de personas semejantes a los niños. Contrariamente a la enseñanza de algunos grupos cristianos, Jesús no dice que los niños estaban en el reino, ni llegaban para ser salvos, ni mucho menos para ser bautizados. Lo que sí enseña, es que los niños poseen algunas cualidades, que caracterizan a los miembros del reino: dependencia, disposición de aprender, rapidez para confiar.
- V. 15. “Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí”. Le puso las manos encima, expresando cariño, bendición y aprobación. Fue una lección objetiva inolvidable de su aprecio por los niños. Es un llamado a que hagamos lo mismo hoy. Jesús le dio el valor que merece un niño, sobre todo para acercarlo a él. Es un gran compromiso de toda la iglesia, velar por tantos chicos, que en sus casas no reciben la bendición de escuchar la buena noticia del evangelio. Si ellos no lo hacen, no le impidamos que así sea. Como iglesia estamos llamados a dejarlos pasar a los brazos de Jesús.
Finalmente, el llamado es a los padres cristianos. Y lo hago con las Palabras del Pastor Charles Spurgeon cuando dijo: “Que ningún padre cristiano caiga en la ilusión de que la Escuela Dominical tiene la intención de aliviarlos de sus deberes personales.” Comienza en tu casa a acercar tus niños a Jesús, ellos tienen valor.
Al menos que se indique lo contrario, todas las sitas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina Valera 1960 ©.
Imagen propiedad del Dr. Rev. Pedro Juan González Peña.