
Cómo el Imperio Romano ayudó a la expansión del cristianismo
¿Cuáles factores del Imperio Romano ayudaron al crecimiento y expansión del cristianismo? ¿No es Jesús maravilloso? Dios te bendiga mucho, soy el pastor Ruddy Carrera, Bachelor en Artes y Estudios Cristianos. Y tú estás en mi podcast Mi Biblia, Y esta vez analizaré cómo el Imperio Romano ayudó a la expansión del cristianismo.
Con más de 2.400 millones de creyentes. El cristianismo es una de las religiones más importantes y la mayor del mundo. Su origen se remonta al siglo primero en Galilea, el antiguo reino de Israel, y una rebelde provincia del imperio romano. En aquel momento, era una religión minoritaria y perseguida por los líderes judios, pero su crecimiento fue rápido y constante, gracias a la Obra del Espíritu Santo, a la obediencia de los primeros cristianos al mandato de la Gran Comisión y a las facilidades que proporcionó el propio imperio. Todos estos eventos están bien documentados en el libro de los Hechos de los apóstoles, en las cartas de San Pablo y en otros escritos postbíblicos y apócrifos.
Pero creo que las razones por las que el Imperio Romano ayudó a su crecimiento son varias. En primer lugar, el imperio suministraba una red de comunicaciones y transporte que facilitaba la difusión de la nueva religión. En segundo lugar, Fomentaba la tolerancia religiosa, lo que permitió que la Iglesia se desarrollara sin obstáculos. En tercer lugar, la fe cristiana ofrecía una respuesta a las necesidades espirituales de la sociedad romana. Y finalmente, la Paz Romana que fue un periodo relativamente duradero. Y a continuación abundaré un poco más sobre cada uno de estos factores:
Vamos a empezar con el primer factor que benefició en gran manera a la Iglesia Primitiva, y este fue la red de comunicaciones y transporte. Roma era un vasto imperio que abarcaba gran parte de Europa, el norte de África y el Medio Oriente: desde las islas británicas hasta el norte de África, y desde el océano Atlántico hasta el mar Caspio. Esta gran extensión de tierra proporcionaba una red de comunicaciones y transporte muy eficiente que facilitaba la difusión de ideas y creencias como las cristianas que se empezaban a gestar. Pero sobre todo para que el gobierno imperial pudiera funcionar, y los ciudadanos de las diferentes provincias pudieran viajar y comerciar libremente.
Ellos construyeron una extensa red de carreteras, que conectaban las principales ciudades del imperio. Estas vías permitían a los viajeros desplazarse rápidamente y con facilidad. Además, los romanos desarrollaron un sistema de correos que permitía la rápida transmisión de información. Un entramado de comunicaciones y transporte fue fundamental para la difusión del evangelio. Los misioneros cristianos como por ejemplo el apóstol Pablo, podían viajar por todo el imperio para predicar el mensaje del evangelio. Las cartas y los documentos cristianos podían ser enviados rápidamente a cualquier parte del imperio.
En sí la red de comunicaciones se basaba en dos pilares principales: las carreteras y los ríos. Los caminos romanos eran los más avanzados de su época. Eran construidos con materiales duraderos, como piedra y hormigón, y estaban bien mantenidos. Esto permitía que los viajeros y el correo viajaran a una velocidad superior a como lo hacían en otros lugares y con seguridad. También contaba con una extensa red fluvial. Obviamente como en otras culturas, los ríos también eran utilizados para el transporte de mercancías y personas, y también para la pesca y la navegación. Pero los barcos romanos eran capaces de transportar grandes cargas a lo largo de los ríos, lo que proporcionaba el comercio y la comunicación entre las diferentes regiones del imperio. Bueno, no es que otras potencias del momento no tuvieran barcos avanzados, sino que los romanos habían incorporado las tecnologías y el conocimiento de muchas culturas. Por lo que esto fue un factor clave en su éxito. Permitía que el gobierno central controlara un territorio tan vasto, y facilitaba el comercio y la comunicación entre las diferentes regiones. Y los cristianos supieron aprovechar esta gran facilidad que también les proporcionó un gran éxito superior al de cualquier otra religión del imperio.
La tolerancia religiosa ha allanado el terreno para el surgimiento y el desarrollo de muchas religiones, y en el caso de la historia de la religión cristiana debemos de reconocer que esta fue una gran ventaja ofrecida por Roma, y que resultó en gran beneficio para la expansión del evangelio. En los primeros siglos del Imperio. El cristianismo era una religión minoritaria. Sin embargo, Roma promovía la tolerancia religiosa, lo que permitió que la iglesia cristiana se desarrollara sin mayores obstáculos. Bueno, ciertamente hubieron obstáculos y persecuciones, pero sin este principio de seguro que la historia hubiera sido mucho más oscura y triste. Y esta tolerancia ligada a la sana moral y a la buena ética cristiana fue una combinación clave para la propagación de la fe y su recepción por parte de los paganos. Por ejemplo, el emperador Constantino el Grande quien vivió desde el 306 al 337 después de Cristo, fue el primero en promulgar una ley que otorgaba a los cristianos la libertad de culto. Por lo que a partir del siglo cuatro, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio. Sin embargo, la tolerancia religiosa Prosiguió, permitiéndole a otras religiones, como el judaísmo y el paganismo que coexistieran con el cristianismo. Este edicto supuso un importante hito en la historia de la iglesia, ya que permitió que la fe se expandiera libremente y disminuyera los riesgos de nuevas persecuciones. Pero también abrió una ventana de posibilidades que antes hubieran sido imposible, porque esta ley también convirtió al cristianismo en una religión oficial del estado. Y para muchos cortesanos y altos mandos militares lograr favores políticos del imperio se convertían a la nueva fe.
A partir de entonces, comenzaron las construcciones masivas de iglesias y monumentos dedicados al culto católico por todo el territorio imperial. También surgieron grandes figuras como San Agustín o Santo Tomás Aquino, que sentaron las bases teológicas para entender mejor esta nueva realidad. El legado espiritual dejado por este periodo histórico sigue siendo muy importante hoy día tanto dentro como fuera del mundo occidental; muchos valores fundamentales han sido transmitidos gracias al trabajo realizado durante estos años tan cruciales para nuestra cultura actual. Y aunque es cierto que el laicismo ha hecho retroceder al cristianismo en muchos países europeos, aún su influencia es latente en todas las estructuras sociales.
Por lo que la tolerancia religiosa se manifestó de varias maneras. En primer lugar, los romanos permitieron que los pueblos conquistados conservaran sus propias religiones. En segundo lugar, financiaron la construcción de templos y santuarios para las religiones locales, incluyendo la cristiana después del edicto del siglo cuarto como ya he mencionado. Y en tercer lugar, otorgaron privilegios a los sacerdotes y sacerdotisas de las religiones locales. Aunque la tolerancia religiosa romana no era perfecta como tampoco lo es en nuestros países occidentales. Hubo casos de persecución religiosa, especialmente contra los cristianos, que antes de este edicto eran considerados una amenaza para el orden social. Sin embargo, en general, el Imperio Romano fue un estado tolerante en materia religiosa.
Sobre este aspecto aquí te dejo mi primera referencia bibliográfica, que podrá ampliar al final. En su libro Libertad e intolerancia religiosa en el Imperio romano, los autores José Fernández Ubiña y Mar Marcos afirman que la tolerancia religiosa en Roma fue un fenómeno complejo y cambiante, que estuvo sujeto a diversos factores, como el contexto político, social y religioso del momento. Además como yo, ellos señalan que, en general, el Imperio romano fue tolerante con las religiones tradicionales, como el paganismo, el judaísmo y el mitraísmo. Sin embargo, también hubo episodios de persecución religiosa, especialmente contra los cristianos, que eran considerados una amenaza para el orden social y político establecido.
En su opinión, la tolerancia religiosa del Imperio romano se basaba en dos principios fundamentales: la libertad de conciencia y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, independientemente de su religión. Sin embargo, también señalan que estos principios no siempre se respetaron en la práctica. Por ejemplo, el cristianismo no fue reconocido como religión oficial del Imperio hasta el siglo cuatro, y durante ese tiempo los cristianos siguieron siendo perseguidos paulatinamente en algunos momentos. Hasta aquí ha finalizado esta primera referencia con la opinión de estos dos autores.
Aun en medio de las persecuciones, y después de la ley del siglo cuarto la Iglesia mantuvo un mensaje centrado en la vida y obra de Cristo y sus apóstoles, que les proporcionaba una cosmovisión clara, concisa y precisa frente a las creencias paganas y a las respuestas del imperio a las necesidades espirituales y sociales de sus ciudadanos. A este tercer factor que he nombrado en la introducción, he llamado “La respuesta espiritual del cristianismo”. Los cristianos ofrecían una respuesta real a las necesidades espirituales de la sociedad romana. En un momento en que el imperio se encontraba en crisis por las invasiones y amenazas políticas, el mensaje evangelizador ofrecía una esperanza de salvación individual y colectiva. Por lo que este factor creó un vínculo entre la fe cristiana y las familias. Los cristianos predicaban que todos los seres humanos son hijos de Dios, y que tienen la posibilidad de alcanzar la salvación. Esta promesa era muy atractiva para las personas que sentían que la sociedad romana no les ofrecía mucho o nada. Además, la fe cristiana ofrecía una moral clara y sencilla basada en las enseñanzas y vida de Jesucristo y los apóstoles y en muchos fundamentos del judaísmo, que proporcionaba a la gente un sentido de orientación y propósito. Esta moral era muy apreciada por la gente que buscaba una vida más justa y equilibrada.
Por lo que la fe cristiana ofreció una visión espiritual más profunda y satisfactoria que el paganismo. Porque este último creía en una variedad de dioses y diosas, pero su religión era a menudo superficial y moralmente ambigua. Los cristianos, por otro lado, ofrecían una visión del mundo centrada en Jesucristo, un Dios amoroso y misericordioso. Esta visión ofrecía también a los cristianos un sentido de propósito y significado que no encontraban en el paganismo. Y también la fe cristiana ofreció una comunidad y un apoyo que los romanos no podían encontrar en la sociedad romana, porque el Imperio Romano era una sociedad muy estratificada, y las personas de diferentes clases sociales a menudo se sentían alienadas unas de otras. La fe cristiana, en cambio, ofrecía por medio de la iglesia una comunidad inclusiva que abarcaba a personas de todas las clases sociales sin excepción. Esta comunidad de fe ofrecía a los cristianos un sentido de pertenencia y apoyo que no encontraban en la sociedad romana.
El poder militar de Roma llevó civilización y tranquilidad a muchas regiones que históricamente eran consideradas incivilizadas y violentas, y este gran poderío combinado con su buena administración financiera trajo como consecuencia prosperidad y desarrollo a sus ciudadanos. Consecuentemente surgió un sentido de paz y tranquilidad que ha sido acuñado como La paz romana. Porque el Imperio Romano fue una época de gran paz y estabilidad. Esta paz y estabilidad permitieron el desarrollo de una cultura cosmopolita y tolerante, que fue beneficiosa para el crecimiento de la Iglesia. Aun así, como he venido matizando, los cristianos fueron perseguidos por el gobierno romano, que los consideraba una amenaza para la estabilidad del Imperio. Sin embargo, la paz romana permitió a los cristianos difundir su fe con mayor libertad. También facilitó el movimiento de personas e ideas por todo el Imperio. Esto permitió que la Iglesia se extendiera por todo el mundo antiguo, desde las grandes ciudades hasta las pequeñas aldeas. Y se organizaron en comunidades de fe que proporcionaban apoyo social y espiritual a sus miembros. Estas comunidades eran una fuente de estabilidad y comunidad en un mundo que a menudo era caótico y violento. Su mensaje también era atractivo para muchas personas en el Imperio. Ellos ofrecían una nueva esperanza y significado en un mundo que estaba plagado de sufrimiento y muerte.
Una última referencia a propósito de este último factor es la opinión del libro Pax Romana: War, Peace and Conquest in the Roman World, donde Adrian Goldsworthy ofrece una visión equilibrada y matizada al respecto.
Este autor señala que la Pax Romana fue posible gracias a una combinación de factores, incluyendo el poder militar romano, la eficiencia administrativa y la economía próspera. El poder militar romano permitió a Roma mantener el control de un vasto imperio y disuadir a los enemigos potenciales de la guerra. La eficiencia administrativa romana ayudó a gobernar un imperio tan grande y diverso. Y la economía próspera romana proporcionó los recursos necesarios para mantener el ejército y la burocracia. Como lo expresaría él en sus propias palabras: “La Pax Romana fue un periodo de paz y estabilidad sin precedentes en el mundo antiguo. Sin embargo, no fue una paz completa, y hubo conflictos en el interior del Imperio, así como en las fronteras.”
Pero como yo decía inicialmente, la obra del Espíritu Santo, y la obediencia de la iglesia primitiva al mandato de la Gran Comisión unida a estas facilidades del imperio, fueron los factores claves para la expansión de la fe cristiana y su profundo arraigo en las sociedades que lo acogieron.
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Les vuelvo a recordar la bibliografía de las fuentes que he consultado y que hemencionado durante el desarrollo del tema en sus debidas ocasiones.
1. Fernández Ubiña, José, y Mar Marcos. Libertad e intolerancia religiosa en el Imperio romano (Ilu. Revista de Ciencias de las Religiones. Anejos). Ediciones Complutense, 2007.
Y, 2. Goldsworthy, Adrian. Pax Romana: War, Peace and Conquest in the Roman World. Yale University Press, 2017, página 21.