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Los fariseos auge y caída

Los fariseos auge y caída

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¿No es Jesús maravilloso?

Dios te bendiga mucho, soy el Reverendo Ruddy Carrera, Bachelor en Artes y Estudios Crisitianos. Y tú estás en mi podcast Mi Biblia, donde hoy analizaré a Los fariseos, su auge y caída. 

¿Te has preguntado en alguna ocasión cómo surgieron los fariseos, y cuál fue su grado de influencia sobre la religión cristiana y el judaísmo moderno? 

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Vamos al tema.

Los fariseos eran un grupo de judíos que vivieron durante el tiempo de Jesús en la región de Judea. Eran conocidos por ser muy devotos y estrictos en su observancia de la ley mosaica y las tradiciones judías. Se les describió como gente muy religiosa que seguía las reglas y los ritos con gran rigor.

Además de su devoción a la religión, los fariseos también eran influyentes en la política y la sociedad de su época. Ocuparon posiciones importantes en el Sinédrio, el consejo supremo de los judíos, y tenían una gran influencia en la educación y la interpretación de la ley mosaica (Vea a Mateo 23 verso 3).

En los evangelios, los fariseos a menudo son presentados como antagonistas de Jesús. Se dice que los fariseos cuestionaron la autoridad y las enseñanzas de Jesús, y que trataron de hacerlo fracasar. Sin embargo, también es importante destacar que algunos fariseos se convirtieron en seguidores de Jesús y que no todos ellos fueron necesariamente sus enemigos.

En el Nuevo Testamento, se menciona algunos de estos fariseos que seguían a Jesús y eran parte de su grupo de seguidores. Algunos de estos fariseos incluyen a Nicodemo y a Saulo de Tarso, quien más tarde se convirtió en el apóstol Pablo.

Nicodemo, quien era un fariseo y un líder judío, visitó a Jesús en secreto durante la noche y le preguntó acerca de sus enseñanzas y milagros (Juan 3 capitulo 1 al 21. Después de esta conversación, Nicodemo se convirtió en un seguidor de Jesús.

Saulo de Tarso, también conocido como Pablo, fue un fariseo ferviente que perseguía a los cristianos (Hechos capitulo 12 verso 14) . Sin embargo, después de tener un encuentro con Jesús en el camino a Damasco, Saulo se convirtió en un cristiano devoto y se convirtió en uno de los más importantes apóstoles de la iglesia primitiva, viajando por el mundo para predicar el mensaje de Cristo (2 Corintios 11:16 al 33).

Estos dos ejemplos muestran que incluso aquellos que tenían una perspectiva diferente de Jesús pueden ser atraídos por su mensaje y convertirse en seguidores leales.

Ellos surgieron en el siglo III a.C. como una de las principales sectas judías en la época del Segundo Templo en Jerusalén. Esta secta surgió como una respuesta a la Helenización y la conquista de la región por parte de los griegos y, más tarde, de los romanos.

En su libro Monoteísmo y Cristología en el Nuevo Testamento, sobre este aspecto de la helenización, Richard Baucham dice: “  La opinión típicamente helenista era que la adoración es una cuestión de grado porque la divinidad es una cuestión de grado. Las divinidades menores se merecen grados de adoración apropiados. Los monoteístas filosóficos, que sostenían que los otros seres divinos derivan al final del único, pensaban, no obstante, que la divinidad derivada de los seres divinos menores era merecedora de reconocimiento apropiado en la adoración cúltica. La noción de una jerarquía o un espectro divino que comprendía desde el único Dios hasta los dioses de los cuerpos celestiales, los demonios de la atmósfera y la tierra, estaba presente en todas las religiones y pensamientos religiosos no judíos, y era inseparable de la pluralidad de prácticas cúlticas en honor a una gran variedad de divi￾nidades. Los judíos entendían que su práctica monólatra estaba justificada, incluso requerida, porque la identidad única de YHWH era entendida para situarle a Él no meramente en la cúspide de la jerarquía divina, sino en una categoría absoluta única, más allá de la comparación con cualquier otra cosa. La adoración era el reconocimiento de esta característica incomparable y única de Dios. Era la respuesta a la revelación de YHWH como el creador único y gobernador de todo”.

Esta primera cita pertenece al libro Dios Crucificado, Cristología y Monoteísmo en el Nuevo Testamento de Richard Baucham. Vea la referencia completa al final en la bibliografía.

Los fariseos creían en la observancia rigurosa de la ley y la tradición judía, y se esforzaban por mantener la pureza y la integridad de la fe y la cultura judía. Se destacaron por su enfoque en la oración, la ayuda al prójimo y la justicia social.

En la actualidad, los fariseos son conocidos principalmente a través de los evangelios, en los que son representados como oponentes de Jesús y sus enseñanzas. Aunque la influencia de los fariseos ha disminuido con el tiempo, su legado ha tenido un impacto duradero en el judaísmo y en la cultura religiosa de la región.

La etimología de la palabra “fariseo” proviene del hebreo “parush”, que significa “separado”. Eran conocidos por ser muy escépticos y rigurosos en sus creencias y prácticas religiosas, y por estar “separados” de aquellos que no compartían sus creencias y costumbres.

El término “fariseo” también ha sido usado a lo largo de la historia para describir a personas que muestran una actitud hipócrita o deshonestamente insincera. Esto probablemente se deba a la reputación que los fariseos tenían en tiempos de Jesús por ser muy críticos de los demás, mientras que no parecían aplicar sus propios estándares a sí mismos.

No hay un fundador conocido de los fariseos. Pero como ya dije al inicio, el grupo surgió como una secta religiosa dentro del judaísmo durante el período del Segundo Templo en Palestina, alrededor del 515 a.C. a 70 d.C. Durante este período, muchas sectas y grupos religiosos judíos surgen con diferentes enfoques y creencias, y los fariseos eran uno de ellos.

Aunque no hay un fundador específico, los fariseos se desarrollaron como un grupo con un enfoque muy estricto y riguroso en las tradiciones y leyes judías. Se centraron en la observancia rigurosa de la Torah y en la interpretación y aplicación de las leyes y costumbres judías. Como resultado, los fariseos eran conocidos como defensores de la ley y la tradición judía.

Junto a Nicodemo y a Saulo también podemos nombrar otros dos fariseos que también fueron y siguen siendo famosos:

  1. Gamaliel: Gamaliel fue un fariseo influyente y un líder de la sinagoga en el tiempo de Jesús. Se le menciona en el Nuevo Testamento como un defensor de los apóstoles y como alguien que habló en su defensa ante el Sanedrín.
  2. Anás y Caifás: Anás y Caifás eran fariseos y altos sacerdotes en el tiempo de Jesús. Se mencionan en el Nuevo Testamento como personas que lideraron la conspiración para condenar a Jesús a muerte.

Estos son solo algunos ejemplos de fariseos famosos, pero hay muchos otros que también han dejado su huella en la historia que me gustaría analizar en otro estudio sobre el tema.

Ampliando sus creencias que ya he referido, podemos ver que ellos creían en la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia hebrea) y en los escritos rabínicos como la Mishná y la Guemará. Además, creían en la vida después de la muerte y en la resurrección de los muertos.

Para los fariseos, la ley era muy importante y se esforzaban por cumplirla al pie de la letra. Creían en la observancia de los ritos y tradiciones judías, así como en la importancia de la oración, la limosna y el ayuno.

Sin embargo, también había algunos aspectos de la fe farisaica que eran objeto de controversia y crítica por parte de otros judíos de la época, como su tendencia a interpretar la ley de forma legalista y a hacer distinciones entre los judíos “puros” y los “impuros”.

En resumen, los fariseos creían en la ley y en la observancia rigurosa de la tradición judía, y esperaban la venida del Mesías y la vida eterna. Sin embargo la mayoría de ellos no creyeron en Jesús como el mesías prometido en el Antiguo Testamento, a pesar de que todas las Escrituras se habían cumplido perfectamente.

Como dice Graeme Goldsworthy, en su famoso libro Estrategia Divina: “ Cristo se ha hecho sabiduría por nosotros, y Él es el medio por el cual somos rescatados de la falsa sabiduría del mundo. Jesucristo es ser humano de verdad. Él es el último Adán, el verdadero Israel. Jesús es la nueva creación El templo en Israel era el punto focal de la tierra prometida. Era el lugar donde Dios se reunía con su pueblo, y donde se llevaba a cabo la reconciliación y la restauración. Ya hemos visto que Dios se relacionaba con su pueblo en la tierra prometida a través del templo, porque la obra mediadora del sacerdote era necesaria para la comunión entre ambos. La esperanza profética de una nueva creación siempre involucra un templo nuevo y glorificado como el centro de la Tierra. Juan nos dice que la venida de Cristo es la venida del Verbo en el tabernáculo de la carne humana para habitar entre nosotros (Juan capítulo verso 14). De este modo, cuando Jesús purificó el templo y se produjo una discusión al respecto, Él se identificó con el verdadero templo (Juan capítulo 2 verso 3 al 22). Pero, si Jesús es el centro focal de la nueva creación debe, de algún modo, personificar dicha creación. 

En el Nuevo Testamento se hace una referencia indirecta a este hecho cuando se relaciona a la nueva creación con la redención de nuestros cuerpos (Romanos 8 verso 19 al 23; Segunda de Pedro 3 versículo 11 al 13). 

La estrategia divina de la salvación emerge ahora con mayor claridad. Todo lo que Dios prometió en el Antiguo Testamento se cumple en Cristo, especialmente en su resurrección de entre los muertos (Hechos 13 verso 32 al 33). El mensaje de Cristo afirma que todas las promesas divinas se cumplen en Él”. 

Esta segunda cita de nuestro estudio sobre los fariseos la he tomado del libro Estrategia Divina, Una Teología Bíblica de la Salvación de Graeme Goldsworthy de Publicaciones Andamio, año 2003, página 284.

Como ya ha indicado Graeme Goldsworthy todo el Antiguo Testamento apuntaba a Jesus, pero aun así los fariseos y los judios no lo aceptaron.

Ahora, dejando ya a Graeme y continuando con nuestro análisis. Vemos que en la Biblia, aparecen en muchos pasajes relacionados con la vida y ministerio de Jesús. Pero mostrare solo 3 textos que hablan sobre los fariseos:

  1. Mateo 23 del 13 al 15: “Pero ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, que cerráis el reino de los cielos a los hombres; porque ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, que devoráis las casas de viudas, y por pretexto hacéis largas oraciones. Por eso, recibiréis mayor condena.”
  2. Lucas capítulo 11 verso 39 hasta el 52: “Pero a vosotros, fariseos, deciros que vosotros sois los que justificáis a vosotros mismos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es elevado entre los hombres, abominación es delante de Dios. La Ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces se anuncia el reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él. Mas los fariseos, al oír esto, y los escribas, se burlaban de él, y dijeron: ¿Este hombre echa fuera a los demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios?”
  3. Juan 3 del 1 al 2: “Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, un líder judío. Fue de noche a hablar con Jesús y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales milagrosas que tú haces a menos que Dios esté con él.”

Estos textos muestran que los fariseos eran vistos por Jesús como hipócritas y que tenían una actitud crítica hacia su ministerio. Sin embargo vemos una excepción con Nicodemo, quien se acerca a Jesús con un corazón abierto a buscar la verdad.

Ellos veían a los cristianos como herejes y como una amenaza para su fe y su forma de vida. Por su parte, los cristianos creían que su fe en Jesús como el Mesías y el Salvador ofrecía una nueva forma de entender y vivir la fe judía, y a menudo se enfrentaban a la oposición y la persecución de los fariseos y otras autoridades judías.

Pero sí podemos concluir que, la relación entre los fariseos y los primeros cristianos fue complicada y a menudo conflictiva, con momentos de tensión y persecución por parte de los fariseos, así como también momentos de diálogo y reconciliación.

La contribución de los fariseos a la teología judía incluye la creación y el desarrollo de la tradición oral de la Torah, que más tarde se convirtió en el Talmud. Además, los fariseos creían en la resurrección de los muertos, la inmortalidad del alma y la existencia de un juicio final.

Estas creencias y prácticas religiosas influenciaron a muchos judíos en ese momento y también tuvieron un impacto en el desarrollo del cristianismo primitivo. Por ejemplo, algunas prácticas y creencias de los fariseos se reflejan en los escritos del Nuevo Testamento y pueden haber influenciado la formación de la teología cristiana.

En general, la contribución de los fariseos a la teología judía y cristiana fue significativa, ya que su enfoque en la tradición oral, la vida después de la muerte y la justicia divina influyó en el desarrollo de muchas creencias y prácticas religiosas que continúan siendo importantes en la actualidad.

Bueno, pero ciertamente la contribución de los fariseos a la teología judía y cristiana fue significativa, ya que su enfoque en la tradición oral, la vida después de la muerte y la justicia divina influyó en el desarrollo de muchas creencias y prácticas religiosas que continúan siendo importantes en la actualidad.

Los fariseos en Israel tenían oponentes políticos y religiosos en su época. Algunos de estos oponentes incluyen:

  1. Saduceos: los saduceos eran un grupo judío rico y poderoso que se oponía a muchas de las creencias y prácticas de los fariseos. Los saduceos negaban la resurrección de los muertos y la existencia de ángeles y demonios, lo que los separaba de los fariseos.
  2. Escepticos: había un grupo de judíos que se consideraban a sí mismos como escépticos y que cuestionaban muchas de las creencias y prácticas religiosas de la época, incluidas las de los fariseos.
  3. Zelotes: los zelotes eran un grupo de judíos nacionalistas que luchaban contra la ocupación romana de Israel. Muchos de ellos se oponían a los fariseos, ya que consideraban que estos se habían conformado con la ocupación romana y que no hacían lo suficiente para luchar contra ella.
  4. El mismo señor: Jesús también fue visto como un oponente de los fariseos debido a su enfoque en la fe y la acción, en contraposición a las enseñanzas y las prácticas legalistas de los fariseos. Además, Jesús criticó a los fariseos por sus hipocresías y su falta de compasión hacia los marginados.

Sobre estas observaciones que el Señor les solía hacer a ellos, los editores del Nuevo Diccionario Biblico Holman resaltan: “ Marcos 7 verso 4 menciona que entre las tradiciones que cumplían los fariseos estaban “los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos”. Ellos cumplían “con el rito de lavarse las manos” (verso 3 NVI) antes de comer. Lo hacían para mantener “la tradición de los ancianos”. Jesús consideró esto como “tradición de los hombres”, lo cual significaba que se estaba “dejando el mandamiento de Dios” (verso 8). Jesús citó a Isaías para hacer un llamado a la pureza de corazón en lugar de ser tan estrictos con las reglas (verso 6).

Los arqueólogos que realizaron excavaciones en Qumrán, comunidad de los Rollos del Mar Muerto de la estricta secta judía de los esenios, presentaron ilustraciones que ejemplificaban la práctica judía en la época de Jesús. Las excavaciones revelaron una vasta red de lavatorios y bañaderas que se utilizaban en las abluciones”. Esta tercera cita la he tomado del Diccionario Bíblico Ilustrado Holman año 2014, página 44. Pero como siempre resalto, al final puedes consultar la bibliografía completa. 

Estos oponentes de los fariseos reflejan la diversidad de creencias y opiniones en la sociedad judía en ese momento, y muestran cómo los fariseos eran una fuerza importante pero no unánime en la religión y la política de Israel.

También los romanos veían a los fariseos como un grupo religioso influyente en la sociedad judía de su época, pero también como un grupo potencialmente problemático debido a su oposición a la ocupación romana de Israel.

Por un lado, los fariseos eran vistos como líderes respetados en la comunidad judía, y se les permitió practicar su religión y enseñar sus creencias sin restricciones por parte de los romanos.

Por otro lado, los fariseos tenían una actitud ambivalente hacia la ocupación romana, y a veces participaron en formas sutiles de resistencia contra el gobierno romano. Esto llevó a los romanos a considerar a los fariseos como un grupo potencialmente peligroso y a mantener un ojo vigilante sobre sus actividades.

Ciertamente, los romanos veían a los fariseos como un grupo religioso influyente y respetado en la sociedad judía, pero también como un grupo que debía ser vigilado debido a su potencial de resistencia contra el gobierno romano.

No se puede determinar con certeza cuándo se extinguieron exactamente los fariseos como grupo organizado o como movimiento religioso. Sin embargo, se cree que su influencia y presencia como grupo distintivo disminuyó significativamente después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén en el año 70 d.C.

Y si me has acompañado hasta aquí, quizás te estarás preguntando sobre su destino final en la historia. Hay varias razones por las que se cree que los fariseos perdieron su influencia después de la destrucción del Segundo Templo:

  1. Dispersión de la población judía: después de la destrucción del Templo, muchos judíos fueron dispersados por el mundo, lo que dificultó la continuación de las prácticas y tradiciones fariseas.
  2. Cambios en la práctica religiosa judía: después de la destrucción del Templo, la práctica religiosa judía experimentó cambios significativos, incluida la formación del rabino como líder religioso y la creación del Talmud como fuente de autoridad para la ley judía.
  3. Desarrollo del cristianismo: con el surgimiento del cristianismo, muchos judíos abandonaron las creencias y prácticas fariseas en favor de las nuevas enseñanzas cristianas.
  4. Represión romana: después de la destrucción del Templo, los romanos intensificaron su represión contra las creencias y prácticas judías, incluidas las fariseas.

En resumen, la combinación de estas circunstancias probablemente contribuyó a la disminución y extinción gradual de los fariseos como grupo organizado y movimiento religioso distintivo. Sin embargo, muchas de sus enseñanzas y prácticas sobrevivieron e influenciaron en la formación de la tradición judía posterior.

Gracias por acompañarme hasta aquí. Ahora no olvides seguirme en las diferentes redes sociales y suscribirte al newsletter de mi blog ruddycarrera.com.

Les vuelvo a recordar la bibliografía de las fuentes que he consultado y que he mencionado durante el desarrollo del tema en sus debidas ocasiones.

  1. R. Baucham, Dios Crucificado, Cristología y Monoteísmo en el Nuevo Testamento, Editorial Clie, 2003, página 26.
  2. Graeme Goldsworthy, Estrategia Divina, Una Teología Bíblica de la Salvación, Publicaciones Andamio, año 2003, página 284.
  3. Diccionario Biblico Ilustrado Holman, B&H Publishing Group, 2014, página 44.

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