
Martin Luther King, el pastor
Martín Luther King, es recordado por su lucha no violenta contra la segregación racial, y las injusticias sociales de su época, actividad que le valió el reconocimiento de la comunidad internacional, y la condecoración con el Premio Nobel de la Paz en 1964.
Pero su legado nos llega a nosotros, gracias a su amor por al púlpito y a los marginados del sistema.
Y gracias a la influencia cristiana que recibió de su familia, y su iglesia, desde muy joven desarrolló una conciencia crítica hacia la segregación racial, la explotación laborar, y la pobreza, y otros derechos civiles considerados básicos para la gente negra de los Estados Unidos. Pero quizás, lo que más influyó en su carácter fue el medio de segregación en que creció, y el propio nombre que portaba, en honor al reformador Martín Lutero.
Cuando nació, su padre Michael King, lo nombró con su propio nombre, Michael King, Jr. Pero en un viaje familiar a Alemania en 1934, le cambió el nombre por el del reformador Alemán.
Martín Lutero fue uno de los hombres más grandes e influyentes de la edad media, y de todos los tiempos. Y lo mismo podríamos decir de Martin Luther King, en Estados Unidos y en la historia moderna.
Cuando tenía tan solo 10 años de edad, cantó en el coro de su iglesia en Atlanta.
Su llamado al ministerio, y su rechazo a las injusticias de su época, caminaban de la mano. Se graduó en sociología (Bachelor of Arts) en el Morehouse en 1948. Y obtuvo su Bachelor of Divinity (licenciatura en teología) en 1951, de mano del Crozer Theological Seminary en Chester, en Pensilvania. En 1954, fue elegido como pastor de la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, Alabama, donde tanto su padre y abuelos habían pastoreados. Y sin perder tiempo, King comenzó en septiembre de ese año sus estudios de doctorado en Teología sistemática en la Universidad de Boston, graduándose de Doctor en Filosofía en 1955.
Con todos estos logros académicos, y su historial como activista. Y conociendo bien su historia, y la situación social que Vivian las personas de piel negra como él en Estados Unidos; podemos decir que en el ámbito ministerial, el pastor Martin Luther King, es uno de los mayores héroes cristianos de su época.
Su boda fue modesta. Fue un esposo amoroso y padre ejemplar de 4 hijos. Y como familias vivieron momentos de tensión constante. Como los de la campaña de boicot de autobuses de los 382 días de 1956, donde su casa fue incendiada. Pudiendo tener el apoyo de muchos líderes cristianos influyentes de su época, muchas veces sintió que la comunidad cristiana veía sus acciones con timidez. Sin embargo, acciones como la del pastor de piel negra, Frederick Lee “Fred” Shuttlesworth, de Iglesia bautista en la calle 16 de Birmingham, que abogó por la desegregación de los parques, y que como en el caso del pastor King, fue objeto de varios atentados terroristas en su iglesia y casa, le motivaron más a continuar en su lucha y ministerio.
Para él su lucha tenía que ver con su deber como cristiano, y dijo con referencia al Señor Jesús:
La opinión pública le dio la espalda. Decían que era un agitador. Utilizaba la desobediencia civil. Rechazaba los mandatos de la ley.
En la juramentación para su segundo mandato, el presidente Obama, juró su cargo sobre la biblia del pastor Martin Luther King y la de Lincoln.
El tercer Lunes de Enero, se celebra en Estados Unidos su día.