Artículos
Muerte y resurrección de Jesucristo

Muerte y resurrección de Jesucristo

¿No es Jesús maravilloso?

Dios te bendiga mucho, soy el Reverendo Ruddy Carrera, Bachelor en Artes y Estudios Cristianos, y tú estás en mi podcast: Mi Biblia. Un espacio para analizar los principales temas cristianos y religiosos, y sus efectos en la sociedad.

En esta entrega analizaremos la muerte y resurrección del señor Jesucristo, sus causas y efectos en nuestras vidas.

Hay varias profecías en el Antiguo Testamento que se refieren a la muerte de Cristo. Por ejemplo, Isaías 53 describe a un siervo sufriente que es traspasado por nuestras transgresiones y molido por nuestros pecados. También hay referencias en el Salmo 22, donde se profetiza que el Mesías será perforado en las manos y los pies. Estas y otras profecías del Antiguo Testamento fueron cumplidas en la crucifixión de Jesucristo.

Además, Jesús mismo habló de su muerte y resurrección en varias ocasiones, y sus discípulos también hicieron referencia a estos acontecimientos en sus escritos en el Nuevo Testamento (Marcos 8 verso 31, 16 verso 21 al 28, y 9 verso 1). La muerte y resurrección de Cristo son fundamentales para la fe cristiana y se consideran cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento (Primera de Corintios 15 verso 4).

Jesús murió para pagar el precio por los pecados de los humanos escogidos y para ofrecer la salvación a todos aquellos que creen en él. La muerte de Jesús fue una muerte sustitutiva, en la que él tomó el lugar de la humanidad y murió en su lugar para que aquellos que creen en él puedan tener la vida eterna (Primera de Pedro 3 verso 18, Juan 3 verso 16, Efesios 1 verso 4, y Primera de Pedro 2 verso 24).

En términos históricos, Jesús fue condenado a muerte por las autoridades romanas en Jerusalén, acusado de blasfemia y sedición. La crucifixión era una forma común de ejecución en la época romana, y Jesús fue clavado en una cruz y murió después de varias horas de agonía.

Sin embargo, para los cristianos, la muerte de Jesús no fue simplemente una ejecución injusta, sino un acto de amor y salvación que abrió la puerta a la reconciliación con Dios. La resurrección de Jesús al tercer día después de su muerte es considerada una prueba de su divinidad y una confirmación de su mensaje de amor y redención.

Jesús fue llevado ante el Sanedrín, el tribunal religioso judío, después de ser arrestado por las autoridades romanas en Jerusalén.

El juicio ante el Sanedrín se llevó a cabo durante la noche y se basó en acusaciones de blasfemia. Los líderes religiosos judíos alegaron que Jesús afirmaba ser el Mesías, el Hijo de Dios, lo que consideraban una blasfemia porque creían que solo Dios podía ser llamado Padre (Mateo 26 verso 63).

Después del juicio religioso, Jesús fue llevado ante el gobernador romano de Judea, Poncio Pilato, quien tenía la autoridad para decidir su destino. Pilato interrogó a Jesús y no encontró ninguna evidencia de que hubiera cometido un delito bajo la ley romana, pero los líderes religiosos insistieron en que fuera condenado a muerte.

Finalmente, Pilato cedió a la presión y ordenó que Jesús fuera crucificado, una forma común de ejecución en la época romana. La crucifixión de Jesús tuvo lugar en el Gólgota, una colina fuera de Jerusalén, y según la tradición cristiana, murió en la cruz y resucitó al tercer día (Juan 18 verso 28, y 19 verso 12). 

La fecha exacta de la muerte de Jesús es incierta, pero la mayoría de los estudiosos bíblicos e historiadores creen que tuvo lugar alrededor del año 30 o 33 d.C., pero debemos obsevar lo siguiente:

La fecha de la Pascua judía es un punto de referencia importante para determinar la posible fecha de la muerte de Jesús. Según los Evangelios, la Última Cena de Jesús con sus discípulos fue durante la Pascua judía, y su crucifixión ocurrió poco después (Lucas 22 verso 7 al 23).

También hay referencias históricas externas a la Biblia que pueden ayudar a estimar la fecha de la muerte de Jesús. El historiador judío Flavio Josefo, por ejemplo, escribió sobre la muerte de Jesús en su obra “Antigüedades de los Judíos”, y algunos historiadores también han utilizado las fechas de reinado de los gobernantes romanos y judíos de la época para estimar la fecha de la muerte de Jesús.

En última instancia, la fecha exacta de la muerte de Jesús sigue siendo objeto de debate y no se puede determinar con certeza absoluta.

La crucifixión era una forma de ejecución que implicaba fijar a una persona a una cruz de madera o de metal y dejarla allí para que muriera lentamente. Las víctimas de la crucifixión sufrían una serie de traumas físicos que podían tener efectos devastadores en sus cuerpos.

Durante la crucifixión, las extremidades del cuerpo de la víctima eran estiradas y fijadas a la cruz con clavos. Esto podía causar dislocaciones de los hombros y las caderas, así como lesiones en los nervios y los vasos sanguíneos. La posición en la que se encontraba el cuerpo también hacía que fuera difícil respirar, lo que llevaba a una asfixia lenta.

Además, las víctimas de la crucifixión eran frecuentemente golpeadas antes de ser crucificadas, lo que podía causar hemorragias internas y externas. El hecho de que se les dejara a la intemperie para morir también significaba que estaban expuestos a los elementos, lo que podía llevar a la deshidratación, la hipotermia y la exposición.

En términos científicos, los efectos de la crucifixión en el cuerpo pueden variar según la duración del proceso de crucifixión y la severidad de los traumas infligidos. Pero, los efectos específicos pueden ser difíciles de determinar debido a la falta de registros detallados sobre la crucifixión en la época en que tuvo lugar la ejecución de Jesucristo.

La resurrección de Jesús ocurrió tres días después de su crucifixión y muerte en la cruz. Según los evangelios, en el domingo de Pascua, las mujeres que habían ido a visitar la tumba de Jesús encontraron que estaba vacía y se les apareció un ángel que les dijo que Jesús había resucitado de entre los muertos (Lucas 24 verso 1 al 25).

Jesús fue colocado en un sepulcro, donde permaneció durante tres días. Al tercer día, según los evangelios, Jesús resucitó y su cuerpo ya no estaba en la tumba (Mateo 28 verso 1 al 13).

La resurrección fue un acto divino de Dios que confirmó que Jesús era el Hijo de Dios y que tenía poder sobre la muerte. La resurrección es vista como un evento clave en la fe cristiana, ya que demuestra el poder de Dios y la posibilidad de la vida después de la muerte.

Aunque la resurrección de Jesús es un tema de gran importancia para nosotros los cristianos, muchos consideran que no hay evidencia científica que respalde su realidad histórica. Para ellos la resurrección de Jesús es un asunto de fe que se acepta sólo como un hecho religioso. Pero los cristianos creemos que nuestra fe se ve fortalecida por la experiencia personal de sentir la presencia de Jesús en nuestras vidas. Además las narrativas bíblicas y la actitud de los primeros cristianos que contemplaron al Jesús resucitado que preferían morir antes que negar su fe, es un testimonio para creer que ellos quedaron tan impactados al verlo resucitar y ascender al cielo que sus vidas nunca fue la misma, a tal modo que preferían morir antes que retractarse de sus testimonios.

Gracias por leerme y escucharme siempre. Para recibir más contenidos como este, no olvides suscribirte a mis newsletter de mis dos paginas web: Ruddy Carrera y Outlook Mission. También puedes seguirme en las principales redes sociales como Ruddy Carrera. Pero sobre todo no olvides orar por mí.

Tags :

Comente en Outlook Mission

Facebook
Instagram
Twitter
LinkedIn
Follow by Email
error: COPYRIGHT © 2022 OUTLOOK MISSION. A DIVISION OF RUDDY CARRERA MINISTRIES. ALL RIGHTS RESERVED.
Outlook Mission Radio

FREE
VIEW